viernes, 14 de marzo de 2014

Fin de semana en Montpellier con los Funny Riders

Hoy 14 de marzo de 2014, hace ya un mes de nuestra primera aventura francesa con los Funny Riders de Montpellier.

Para poneros un poco en antecedentes: los Funny Riders de Montpellier es una asociación de patinadores francesa que básicamente se dedica al tema de velocidad y participan en campeonatos locales, nacionales e internacionales. Conocimos a esta asociación a raíz de un Hermanamiento (evento que organizan anualmente las ciudades de Barcelona y Montpellier, con motivo de realizar un intercambio culturar entre diferentes asociaciones). Tuvimos el placer de alojar a algunos de los asistentes en nuestras casas durante el fin de semana de la Pascua de Pentecostés (2a Pascua o Pascua Florida, lunes festivo en la ciudad de Barcelona). A raíz del buen entendimiento y armonía que hubo entre nosotros y los franceses, se ha mantenido una amistad que dura hasta el momento presente. Ya són varias las veces que hemos ido, particularmente, a Francia y alguna más que ellos han venido a Barcelona. 

Pero lo que os queremos contar aquí es la experiencia que vivimos, por primera vez, como Barcinopatina. 
Los integrantes de este fantástico viaje fueron: Kitu, Santi, Edu, Marcelle, Patricia, Francesc, Llum, Cris, Andrea, Roberto, Edelweiss y Fabiana. En total eramos 12 personas. El viaje lo realizamos en coche, puesto que si hay que repartirse los gastos, es la forma más económica de viajar hasta Montpellier, que está tan sólo a 350 kms de Barcelona. Salimos de Barcelona hacia las 16:00, con visos de llegar a Montpellier para poder hacer la ruta nocturna en patines, para conocer la ciudad. Punto de encuentro: junto al Poliesportiu de la Mar Bella. Nos repartimos en los diferentes coches y emprendimos la marcha, por autopista. Parada de descanso: Area de Servicio de La Jonquera. 

Llegamos a la Jonquera según lo previsto y paramos a tomar un café. Se nos veía ilusionados y con ganas de llegar a Francia. Para muchos de los que iban, era la primera vez que visitaban Montpellier. 


Tras la pausa, continuamos nuestro viaje hacia Montpellier. El tiempo iba empeorando y parecía que quería llover. El resto del viaje fue tranquilo. Al final no cayó ni una gota y llegamos a Montpellier hacia las 20:30. 
Ya nos estaban esperando los Funny Riders que nos iban a guiar por la ciudad, para la ruta nocturna que realizan cada viernes. 
Montpellier es una ciudad más pequeña que Barcelona y la organización que tienen con las rutas no es la misma que tenemos aquí en la Asociación de Patinadores de Barcelona, con la que hacemos las rutas nocturnas los viernes. 

Tras los correspondientes saludos, abrazos y presentaciones, nos colocamos los patines y nos preparamos para rodar por Montpellier.



La visita estuvo muy bien guiada e hicimos un recorrido bastante completo, incluso por zonas por las que no habíamos pasado en anteriores ocasiones, los que ya habíamos visitado la ciudad. La meteorología aguantó bastante bien y pese a que amenazaba lluvia, no llegó a caer ni una gota.

Tras la ruta, como de costumbre, nos fuimos a comer a Planet Kebab, el restaurante con los mayores Kebabs que hemos podido ver nunca antes. Realmente son enormes. 


Después de tan copiosa cena ya era hora de un merecido descanso. Nos repartimos en 4 grupos diferentes, cada uno con su anfitrión y nos dirigimos a sus respectivas casas.

El sábado por la mañana, cada grupo estuvo con quien le tocó compartir la estancia. Unos estuvimos acompañados y otros nos quedamos sin los que nos acogían (por asuntos personales o de trabajo) pero siempre acompañados entre nosotros. Es como si estuviesemos viviendo en nuestra casa, pero en otro país. Así es como nos hicieron sentir. :)

Por la tarde, después de comer, quedamos para hacer otra ruta; esta vez en otro municipio distinto a Montpellier. Esta ruta transcurre por una via verde a través del campo y junto a las marismas y canales, desde el municipio de Lattes hasta el municipio de Palavas. El recorrido es tan sólo de unos 5 kilómetros, pero la belleza del paisaje y la tranquilidad del lugar invita a repetirlo cada vez que visitamos de nuevo a nuestros amigos.




Durante el trayecto de ida tuvimos que lamentar un pequeño accidente con una de nuestras patinadoras, pero al final no fue nada grave y pudimos continuar la ruta sin problema.


Una vez llegamos al municipio de Palavas, los Funny Riders nos hicieron una visita guiada por la zona del puerto y el paseo marítimo. El tiempo nos acompañó durante todo el paseo de la tarde e incluso disfrutamos de algunos rayos de sol junto al mar, en Palavas. Después de regocijarnos con el mar, la brisa y el paisaje, nos dirigimos, como ya habíamos pactado antes de comenzar la ruta, a la tienda a la que los Funny Riders siempre acuden a comprar material: MOANA.


Siempre nos han tratado muy bien en esta tienda. Tienen un gran surtido de patines, para lo pequeño que es el núcleo urbano. Aunque más que a los patines, la tienda se dedica a los deportes náuticos y de vela. De todos modos, cada vez que venimos a Montpellier, aprovechamos la ocasión para acercarnos y comprar alguna cosita y saludar a los propietarios. Esta vez, nos permitieron ir al baño y avituallarnos de agua (dos cosas necesarias cuando uno sale en patines y no hay dónde)

Una vez transcurrido un largo rato, nos pusimos de vuelta a Lattes, donde habíamos comenzado la ruta y donde habíamos dejado los coches. Debíamos darnos un poco de prisa, puesto que habíamos reservado en un restaurante italiano en el centro de Montpellier, para ir a cenar. Ya nos avisaron que Montpellier no es como Barcelona. A la que acuden 25 personas a un restaurante, a la vez, se bloquea todo.....jajajajajjaja..... Por ello, nos dispusimos para llegar a tiempo a los coches. Tras de ello, teníamos que ir a nuestras respectivas casas a darnos una ducha y asearnos, para ir limpitos a cenar al restaurante.

A las 21:00 teníamos reserva en La Piazza Papa, el restaurante italiano en el que ibamos a pasar nuestra última velada juntos. Lo cierto es que fue una cena muy amena y muy divertida.


Y tras la cena, cada uno con sus anfitriones, a descansar y a organizarse para el dia siguiente encontrarnos por la mañana en el pabellón donde ellos acuden cada domingo a practicar.

El domingo por la mañana, ya siendo el último día de estancia en Montpellier, nos tocó organizar maletas y demás, para emprender el viaje de vuelta a Barcelona. Habíamos acordado la noche anterior, de encontrarnos todos en el lugar donde ellos iban a practicar técnicas de patinaje, etc. todos los domingos. También hablamos de que haríamos picnic allí mismo; ya fuera que cada uno llevase su comida o que la comprasemos en un fast food que hay no muy lejos. Algunos llegamos más tarde de lo previsto a la cita, porque estuvimos preparando la comida.



Desde el pabellón polideportivo es desde donde saldríamos ya, después de comer, para retomar el camino a Barcelona. Este polideportivo se ubica en el municipio de Saint Jean de Védas, al sur de Montpellier.

Y voilà! Aquí casi acababa este fin de semana que disfrutamos en compañía en Montpellier. Con la tristeza de dejar el lugar, el cielo se fue tapando y el augurio de lluvia se cernía sobre nuestras cabezas.

Y vinieron las despedidas, los abrazos, los besos y demás; esperando y deseando poder volver a encontrarnos pronto, de nuevo, en Barcelona, quizás.

Y para que no se nos hiciera tan largo el viaje de vuelta, acordamos quedar en la misma Area de Servicio en la que quedamos en el viaje de venida a Francia.

Y allí paramos tras 2 horas de viaje. Y allí nos tomamos nuestro último café. Y allí arreglamos cuentas. Y allí nos despedimos los 3 grupos, ya que cada coche llevaba a sus ocupantes a un destino diferente. Y allí nos abrazamos y nos dijimos adiós, hasta la próxima.

Fin de la historia, de este magnífico fin de semana que esperamos que próximamente se vuelva a repetir.



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